-Juradme una cosa...
-Vale, dinos.
-Que nunca discutiremos por un chico, que antes que
traicionar nuestra amistad nos encerremos en casa, jamás cometeremos una
estupidez semejante, ninguna lágrima por nuestra culpa, confianza eterna,
tranquilidad total….¡por favor juradlo!
Un instante. Acto seguido, sonríen. Y nos abrazamos y
seguimos bailando como si fuésemos un único cuerpo, saltando aquí y allá,
felices, al ritmo de la música. Y nos miramos a los ojos, cantando al unísono,
a voz en grito. Y en ese momento me siento la persona más feliz del mundo. Y
cierro los ojos y bailo, abrazada a mis mejores amigas, sin poder imaginar lo
que un día sucederá…
No hay comentarios:
Publicar un comentario